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Asociarse los jóvenes ¿para qué? y los adultos

Javier Angulo (2002). Edición Injuve.

El objetivo perseguido en esta investigación sobre el cambio en las actitudes y los valores de los Aunque se han vivido en nuestro país procesos intensos de fermentación cultural, política y social, todavía hoy, al inicio del siglo XXI, subsisten las consecuencias de unas prácticas sociales y políticas que se vivieron en los últimos años del franquismo. Esto, que hace diez años era muy evidente, cada vez, como es lógico, está resultando menos cierto.

Sucede, además, que las interpretaciones que se hacen hoy del significado de organizaciones y luchas urbanas y sociales de los años setenta difieren fuertemente unas de otras. Difieren las interpretaciones, por ejemplo, a la hora de atribuir el liderazgo de los movimientos sociales de los setenta, sea a las clases medias emergentes, sea más bien a lo que en la época se llamaban las clases populares. También difieren las interpretaciones a la hora de definir cuál era el objetivo de las redes organizativas que se articularon en aquellas épocas.

PRINCIPALES CONCLUSIONES

Presentación

Esta investigación analiza y clarifica aspectos sobre la práctica asociativa entre nuestros jóvenes, así como su posterior influencia sobre diferentes aspectos de la vida juvenil y adulta. El para qué que aparece en el título no está planteando en términos utilitaristas, sino que valora especialmente los efectos del asociacionismo en cuestiones como los encuentros, la comuni-cación, el trabajo en equipo, la información, las habilidades sociales…

La metodología empleada en esta investigación se basó en una compleja estructura de análisis centrada por un lado en técnicas específicas aplicadas:
  • Entrevistas individuales en profundidad.
  • Grupos de discusión.
 Y por otro, se ha recurrido a información empírica y teórica:
  • Análisis bibliográfico de fuentes secundarias documentales.
  • El voluntariado y el asociacionismo en el plan global en materia de juventud 2000/2003.
  • Ley reguladora del derecho de asociación.

Indicadores

  • En el Informe Juventud en España 2000, la tasa asociativa de los jóvenes de 15 a 29 años es del 37%.
  • Con alguna experiencia asociativa se encuentran dos de cada tres jóvenes, pues hay un 27% que declara que ha pertenecido a asociaciones y ya no pertenece.
  • En cuanto al pluriasociacionismo, se puede decir que de cada cinco jóvenes asociados, aproximadamente dos participan en más de una asociación.

Motivaciones

  • Las organizaciones de voluntariado son espacios de encuentro y acción conjunta. Es una forma de integración social del joven.
  • Buena parte de sus propuestas, como la de la participación como expresión de ejercicio activo de ciudadanía, resultan coincidentes con las de las asociaciones que no se denominan a sí mismas voluntarias, aunque desde siempre lo hayan sido.
  • La familia y los amigos tienen una relevancia de primer orden entre los jóvenes. Aparte de otras motivaciones, el hecho de tener amigos que participen en asociaciones favorece fuertemente la participación asociativa.
  • Se insiste en la falta de difusión. Cuando jóvenes no asociados conocen de otros su participación en organizaciones, se expresa cierto reconocimiento.
  • Varias de las aportaciones destacan que se participa en las asociaciones cuando éstas resultan gratificantes y cuentan con atractivos. Primero, por los servicios que prestan, pero además, porque sean espacios de "diversión".

Efectos colectivos

  1. Efectos procedimentales. Son aquellos por los que las organizaciones y asociaciones son reconocidas por parte de las instituciones públicas, y, consecuentemente, se arbitran mecanismos, de obligado cumplimiento, y no al libre albedrío de los que detentan el poder para intervenir en la formación de las decisiones.
  2. Efectos sustantivos. Aquellos que consisten en la consecución del objetivo planteado y marcado por la asociación.
  3. Efectos estructurales. No se trata de que se establezca un tipo de relación distinta entre instituciones y asociaciones, sino que en las propias instituciones se produzcan cambios que las hagan más adecuadas a las demandas y aspiraciones colectivas.
  4. Efectos sensibilizadores. Si algún impacto hay que reconocer a los movimientos feminista, ecologista, antinuclear, pacifista o de solidaridad con el Tercer Mundo, éste es el haber actualizado la agenda política y haber incorporado nuevas demandas en el proceso político.
  5. Efectos culturales y simbólicos. Por cultura no se entiende, como es obvio, el nivel de estudios alcanzado. Se trata de procesos de innovación cultural. Y aún de renovación del lenguaje que expresa contenidos nuevos e inexistentes.

Efectos individuales

Muchos son los que destacan los efectos positivos que la vida asociativa produjo al interior del grupo y en su propio desarrollo personal. Pero para otros la mayor aportación que su vida asociativa les produjo fue la visión del mundo y el conocimiento de la sociedad, tan movida y cambiante en los años en que se produjo la experiencia asociativa de muchas de las entrevistadas.

En el discurso que explicitan algunos se destaca con cierta fuerza la utilidad de la práctica asociativa joven en el desarrollo posterior de su actividad laboral y profesional.

Funciones de las asociaciones

Ser agentes innovadores o pioneros es una función importante porque por su naturaleza las asociaciones son mucho más libres que otras estructuras y más flexibles en sus enfoques; aplican instrumentos o medidas no habituales, y están mucho más dotadas de imaginación que las instituciones públicas; la experimentación que llevan a cabo ha servido para nuevas respuestas que se asumen y consolidan posteriormente.
 
Las asociaciones cumplen la función de integración de los servicios públicos, constituyendo un sistema de redes, fruto del enlace entre los recursos públicos y los recursos privados.
 
También cumplen la función de difundir y generar valores: iniciativa, pluralismo, solidaridad. Así como, por ejemplo, la defensa, reforma o activación de actitudes e intereses.

El tercer sector

Un estudio sobre "El sector no lucrativo en España" se ha calculado el impacto del voluntariado, estimado en horas de trabajo, y ha concluido que el empleo total ascendía a 728.778 personas en 1995, lo cual representaba el 6.8% del empleo no agrario en España en ese mismo año, porcen-taje que sitúa a España en la media de los países europeos.
 
El Tercer Sector lo integran entidades bien distintas. Aunque según estudios recientes, la mayor parte de las entidades del Tercer Sector, en términos porcentuales, el 69%, son asociaciones.
 
Alguna de las personas entrevistadas manifiesta que hoy no se concibe el voluntariado si no es dentro de una organización o de una asociación, porque sin asociaciones no es posible el voluntariado social.

¿Qué es la participación ciudadana?

La posición menos activa identifica la participación ciudadana con el hecho de recibir información (11%).
 
En segundo lugar aparecen los jóvenes que asocian participación con el hecho de ser consultado (15%).
 
En tercer lugar, nos encontramos con quienes identifican la participación ciudadana con la posibilidad de opinar ante el ayuntamiento (25%).
 
Por último, quienes identifican la participación ciudadana como una intervención activa (22%).

La promoción del asociacionismo

La escuela tiene una importancia vital en la incorporación de las prácticas asociativas.
 
La búqueda de soluciones a los problemas comunes a traves del asociacionismo.
 
Es bueno que haya distintos niveles de compromiso con las asociaciones.
 
Se reclama una revitalización de los movimientos vecinales.
 
En opinión de muchas de las personas consultadas, la sociedad española ofrece unas grandes posibilidades para asociarse, gracias a su apertura y tolerancia. Asimismo consideran que hay recursos y medios de todo tipo que es preciso aprender a utilizar.