Aprobación de la Ley de Infancia y Adolescencia en el Congreso
Entre las principales novedades de la ley, hay que destacar las medidas para agilizar los procesos de acogimiento y adopción, con el objetivo de favorecer para favorecer que los menores crezcan en una familia. Se establece también la adopción abierta, que permite que el adoptado mantenga cierto contacto con su familia biológica, siempre que lo dicte el juez y con el consentimiento de todos los implicados en la situación.
Otro punto importante es el reconocimiento como víctimas de violencia de género a los menores implicados, dando la opción de que puedan permanecer con sus madres.
La reforma regula por primera vez los centros para menores con problemas de conducta y renueva el sistema de protección de los menores extranjeros, reconociéndoles el derecho a la educación, a la asistencia sanitaria y a los servicios sociales. Se ocupa también de aspectos de la protección de los niños y adolescentes con discapacidad.
Resaltamos, por último, el establecimiento del requisito de no haber sido condenado por abusos o explotación infantil para ejercer profesiones que impliquen contacto frecuente con niños.