Cambios en el cerebro y adolescencia
Manel Esteller, director del programa de Epigenética y Biología del Cáncer del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Bellvitge, muestra en un artículo recientemente publicado en la revista internacional “Science” las claves fundamentales para explicar los cambios que se producen para la formación de los circuitos del cerebro, que nos permiten pensar y aprender así como los importantes cambios de conducta que tienen lugar en la adolescencia.
La explicación está en el epigenoma que son las instrucciones químicas del comportamiento de los genes. Mientras el genoma de un individuo, su ADN, permanece inalterable durante toda su existencia, este epigenoma es mucho más flexible y puede ir cambiando a lo largo de la vida.
Este mecanismo ahora descubierto por un equipo en el que ha colaborad Esteller, “puede tener que ver con la parte más rebelde de los adolescentes, porque coincide con el momento en que están acabando de fijar los patrones de expresión génica. Unos aparecen y otros desaparecen, hay un poco de inestabilidad de la expresión génica. Y coincide con un proceso que ocurre también en la adolescencia, denominado poda neuronal, por el que unas neuronas permanecen y otras son eliminadas”, según palabras del propio científico.
El establecimiento de estos patrones estables en nuestro cerebro determinan nuestro carácter, preferencias y motivaciones, como añade Esteller: “Cada vez más estudios relacionan las experiencias de los primeros años de vida con las patologías y carencias desarrolladas durante la vida adulta, una cuestión que tal vez se relacione con este mecanismo ahora descubierto. ¿Cuánto de lo que somos es en parte lo que fueron nuestros padres, o es adquirido, no genético?”