Tiempo crítico
Asistimos en este tiempo a momentos críticos e intensos de transformaciones e incluso de mutaciones de tal envergadura que están alterando conceptos antaño arraigados en relación con la comunicación, el saber, la educación y los modos de organización y convivencia humanas, entre otros ámbitos.
Desde el Observatorio de la Juventud detectamos que las opiniones y las conductas juveniles ante esta situación no son mayoritariamente irresponsables ni desidiosas, tal como las imágenes mediáticas adultas nos devuelven con excesiva frecuencia; no parece que se compongan de elementos propios de una moda juvenil más, de las muchas pasajeras que hemos conocido, sino que, por el contrario, casi todos los datos apuntan a que tienen características de fenómeno estructural más que de coyuntura.
Si somos capaces de comprender suficientemente la envergadura del cambio de civilización que ya se está produciendo en todo el mundo -sobre todo de la mano de la gente joven- y actuar en consecuencia, lograremos que el relevo generacional se realice de forma fluida y pacífica. En caso contrario, la nueva generación de jóvenes nos reclamará, aquí y allá, y de manera impredecible, el espacio de participación social, económica y política que de un modo u otro les negamos.